Cada vez más animales exóticos se venden de forma ilegal en México y el mundo, y eso va de la mano con las cifras de extinción de especies.
A pesar de que hay organizaciones que buscan desesperadamente frenar este negocio ilegal, los esfuerzos no son suficientes, pues México pasó de ser una vía de transporte a un mercado de consumo de estos animales.
Es bien sabido que los mercados negros más redituables son las drogas y las armas, se calcula que generan 100 millones de dólares cada uno respectivamente, sin embargo, el mercado negro de animales ha ido in crescendo hasta llegar a cifras de de 100 mil millones de dólares según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Datos de la ONU revelan que América es el continente más afectado por este mercado ilegal, pues cuenta con 5 de los 10 países llamados megadiversos: Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú.
El principal comprador en el mundo es Estados Unidos.
Está problemática en México ha aumentado debido a que la compra local de especies exóticas ha crecido significativamente, tal es el caso del pez Totoaba, cuya vejiga natatoria es considerada afrodisíaca y un kilo puede llegar a costar hasta ¡60 mil dólares!, según Greenpeace.

Otras especies endémicas de México que son sumamente demandadas son el jaguar, que se puede llegar a vender entre los 40 mil y los 70 mil pesos; águila real hasta 50 mil pesos; guacamaya roja entre 30 y 40 mil pesos; puma entre 20 y 30 mil pesos; loro de cabeza amarilla entre 15 y 20 mil pesos.
Lo más impactante es que -como relata Alicia Aguayo, gerente senior de la organización Peta Latino-, “los traficantes no tienen ningún interés por el bienestar de estos animales. Por ejemplo, a una mujer que viajaba a China se le hallaron dos pájaros envueltos en calcetines, pegados con cinta a su pecho y pierna, y un hombre que viajaba de Miami a Brasil escondió siete serpientes pequeñas y tres tortugas pequeñas en su ropa”.

No cabe duda que hace falta mucho trabajo para poder terminar con este mercado negro, estamos al borde de una extinción masiva y es asunto de los seres humanos no comprar especies amenazadas y protegidas.
Es importante comprender cuál es nuestro lugar en la Tierra junto a los animales y la naturaleza, una vez que hayamos entendido esto aprenderemos a vivir en armonía.
Fuente: Forbes, Punto Por Punto, SEMARNAT, Profepa
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