México es uno de los países más carnívoros del mundo, la producción y venta de carne genera enormes dividendos y representa una industria millonaria la cual va en aumento día a día, pues aunque muchos dejan de consumirla la producción no se reduce.
La cocina mexicana es sumamente especial debido a la variedad de platillos que tiene en las distintas regiones del país. La mayoría tiene como elemento principal carne, ya sea de res, cerdo o pollo.
El Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), dio a conocer en su informe anual que durante el 2018 se consumieron 8 millones 500 mil toneladas de carne de res, cerdo y pollo, esto representa un 2.8% más respecto a 2017.
En 2018 el pollo se llevó el primer lugar en cuanto a consumo, pues según cifras del Consejo Mexicano de la Carne, se consumieron un promedio de 4 millones de toneladas de esta ave.

Para el informe del 2019 el pollo volvió a ser el ganador en cuanto a consumo por persona, pues el país se posicionó como el quinto mayor consumidor a nivel mundial con 33 kilogramos por persona al año, en cuanto a carne de res el país se encuentra en el lugar número seis consumiendo 14 kilogramos por persona al año.
En cuanto a la carne de cerdo, a pesar de que es sumamente satanizada debido al mito de que es mala gracias a la cantidad de grasa que contiene, México se encuentra en el octavo lugar consumiendo 18 kilogramos por persona al año. De acuerdo con datos de Comecarne, el consumo de este producto tuvo un incremento del 3.4%.
De acuerdo con los chefs Germán Navarrete y Aquiles Chávez, la carne de cerdo tiene un mayor aporte nutritivo que la de res debido a que una porción individual de 100 gramos tiene un 43% de proteínas, así como Tiamina, Vitamina B6, Niacina, Vitamina B12, entre otras y la misma cantidad de la carne de res aporta menos calorías.

Navarrete comentó que «no podemos negar que es imposible vivir sin tacos de pastor (sí, son de carne de cerdo), carnitas michoacanas, pozole, cochinita pibil, chicharrón y hasta ramen. Es más, cuando a las amas de casa se les pregunta si les dan cerdo a sus hijos, dicen que no. ¡Pero suelen darles mucho jamón o salchichas!».
Y tiene razón, aunque el consumo de carne de cerdo es sumamente satanizado, la realidad es que los mexicanos consumimos muchísima carne porcina como proteína principal de nuestros platillos más tradicionales como el pozole o los tacos al pastor.
Fuente: Directo al Paladar, Once Noticias, El Financiero
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