En América Latina la tasa de personas con padecimientos nutricionales es del 7.4%. Con base en informes de la ONU, se estima que a partir del 2015 la problemática del hambre creció al mismo ritmo que la población mundial que causa 300 mil muertes al año (Instituto Nacional de Salud Pública).
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la prevalencia de la subnutrición en México es del 12.3% en sus habitantes que desde el 2014, va en ascenso, pues en ese año el porcentaje era de 4.1%. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) asevera que en zonas urbanas se encuentra el 10.1% de la desnutrición y en zonas rurales el 19.9%.
The Hunger Project México informa que el 46.2% de la población (55.3 millones de personas) vive en condiciones de pobreza de las cuales, 11.4 millones, se encuentran en pobreza extrema. No obstante, la pandemia podría haber provocado un aumento de 130 millones de personas con padecimientos derivados del hambre (obesidad, anemia, sobrepeso, etc.) a nivel mundial, pues el confinamiento ha intensificado la vulnerabilidad y carencias de los sistemas alimentarios mundiales; es decir, la producción, distribución y consumo de alimentos.
A su vez, la canasta básica, que es el conjunto de productos necesarios para garantizar una nutrición adecuada para una familia promedio, tiene un costo de más de $1600, que equivale a un 44% del salario neto de los trabajadores. De este modo, la canasta individual va desde los $1165 a los $1633.
CONEVAL explica: “De los 3 mil 697 pesos a los que asciende el salario mínimo mensual, sólo se cubren las necesidades de una sola persona. El salario medio familiar debería alcanzar los 14 mil 786 pesos para cuatro personas”.

La FAO concluye que hasta la dieta más saludable resulta hasta cinco veces más cara que aquella compuesta por almidón, la comida rápida. Por tanto, puede afirmarse que alrededor de 3 mil millones de personas no pueden acceder a los productos alimenticios saludables.
En diversos medios se puede leer: “Se trata de un mito; es posible comer bueno, bonito y barato”. No obstante, se trata de una subjetividad, pues si bien es viable tener una dieta sana con 50 pesos, México es el país que tiene el salario mínimo más bajo de Latinoamérica: 147 pesos diarios y es un país que posee jornadas laborales largas en comparación con otros.
Aunado a ello, en 2018, la revista Proteja su Dinero detalló que los mexicanos destinan el 22.4% de su sueldo en lo referente a la vivienda y el 19%, en transporte. Tan sólo el 2.4% es empleado en gastos médicos o cuidados de la salud.
De igual forma, es importante considerar que más del 50% de los mexicanos laboran en la informalidad lo que se traduce en menores oportunidades para tener un ingreso fijo y por tanto, los gastos de vivienda y transporte se vuelven imprescindibles, pues los mexicanos destinan la mayor cantidad de su sueldo en ellos.

En el estudio “La política social en el contexto de la pandemia por el virus SARS-CoV-2”, aumentará de 37.3 a 45.8% la población que labora con un sueldo menor al costo de la canasta básica. Bajo este panorama, resulta entendible que la rapidez de la comida rápida sea una de las razones más sólidas de su permanencia en el gusto de la mayoría de la población.
Fuentes consultadas
CONCANACO (2020) “Crece la población con hambre en México: FAO”. Disponible en https://www.concanaco.com.mx/crece-la-poblacion-con-hambre-en-mexico-fao/
Dinero en Imagen (2018) “¿En qué gastan los mexicanos?” Disponible en: https://www.dineroenimagen.com/2018-02-16/96168
Líder empresarial (2020) “¿Alcanza el salario mínimo del 2020 para comprar la canasta básica mexicana?”. Disponible en:https://www.liderempresarial.com/alcanza-el-salario-minimo-del-2020-para-comprar-la-canasta-basica-mexicana/#:~:text=Para%20el%20Coneval%20el%20precio,dentro%20del%20c%C3%A1lculo%20de%20Picodi.
The Hunger Project Mexico (s.a.) “Datos de Hambre y Pobreza”. Disponible en https://thp.org.mx/mas-informacion/datos-de-hambre-y-pobreza/
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