Un mínimo número de mexicanos tiene acceso a la salud privada, la mayoría no tiene más que la salud pública y un porcentaje ni siquiera eso.
El país cuenta con 126,014,024 habitantes, de los cuáles más de 33 millones de mexicanos que representan el 26.5 % de la población, no tienen acceso ni a la salud pública ni a la privada, los datos son altamente alarmantes ya que es el derecho a la salud es un derecho humano.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 92 millones 582 mil 812 personas (el 73.5 %) de mexicanos sí se encuentran afiliados a la salud pública, aunque esto no representa un servicio completamente eficiente para ellos. Se encuentran distribuidos de la siguiente forma:
-Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con el 51 %, es decir, 47.2 millones de personas.
– Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) cuenta con el 35.5 %, 32.8 millones de personas.
-ISSSTE cuenta con solo el 7.7 %.
– IMSS Bienestar tiene al 1 % de la población.
Únicamente el 2.8 % de la población tiene acceso a la salud privada, es decir, tienen acceso a grandes hospitales y el 1.3 % pueden acceder a otro tipo de instituciones.

Al INSABI únicamente pueden acceder aquellas personas en situación de pobreza, es un instituto creado en el 2020 para otorgar mayor atención a la población y mejores oportunidades de acceso a la salud.
En los últimos años la necesidad de tener salud privada ha aumentado debido a la falta de calidad en el servicio público, de los que tuvieron la oportunidad en 2020de pagar, el 36.8 % asistieron a un consultorio, clínica u hospital privado, mientras que el 19.2 % fueron a consultorios pertenecientes a farmacias.
Los esfuerzos del gobierno mexicano siguen para mejorar el sistema de salud, pero aún no se logra la eficiencia al 100%, por lo que la minoría de población que cuenta con los recursos suficientes prefiere pagar para atenderse.
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