La mortalidad que dejó el Covid-19 en México aún es una cosa que está viéndose, de ahí todas las cifras de niños y jóvenes que se quedaron sin padres, y todos los problemas que eso implica.
Se estima que en el país se quedaron en orfandad al menos 141 mil niños y adolescentes, pero las estadísticas podrían ser todavía mayores.

Las cifras son importantes para el Estado mexicano, ya que tienen la responsabilidad de crear programas y oportunidades para todos los niños y niñas que han quedado en la orfandad a consecuencia de la pandemia por el virus SARS-CoV-2.
Para diciembre de 2022 las cifras oficiales de fallecimientos eran de 331.071, de los cuales la edad promedio ronda entre los 30 y los 45 años de edad, seguido del rango de los 15 a los 29 años, es decir que jóvenes y adultos fueron los principales decesos después de que contrajeron el virus y muchos de ellos tenían hijos.

En México al menos uno de cada mil niños perdieron a ambos padres; los datos por pérdidas de madre, padre y abuelos custodios son los siguientes:
Madre: 33 342
Padre: 97 951
Ambos padres: 32
Abuela: 4429
Abuelo: 5342
Abuelo y abuela: 36
De acuerdo con las cifras, México tiene una mayor orfandad por la pérdida de la madre o del padre y comparado con otros países de Latinoamérica, el país tiene más niños que se quedaron sin su cuidador principal.
“La pandemia de COVID-19 ha dejado al menos 1 millón 134 mil niños en todo el mundo cuyas vidas han cambiado permanentemente por las muertes asociadas con COVID-19 de sus madres, padres o abuelos custodios. De estos niños y niñas, 1 millón 042 mil quedaron huérfanos de sus padres. Más de 1.5 millones de niños experimentaron la muerte de sus padres, abuelos con custodia o abuelos o parientes que vivían con ellos”.
Por lo anterior hacen falta políticas públicas y programas que protejan la integridad y aseguren el máximo desarrollo tanto físico como emocional de aquellos que perdieron a sus cuidadores.
Fuentes:
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